Galicia estuvo representada esta semana por la directora general de Ordenación del Territorio y Urbanismo en las Jornadas de Autonomía, Costas y Litorales organizadas por el Govern Balear, la Xunta pide al Gobierno central que aclare sus normas a la hora de autorizar cambios en el uso de las construcciones costeras tradicionales, lamentando la incomprensible «diferenciación» que hizo el Estado al permitir que viejos faros se conviertan en hoteles pero rechazando esa opción para edificios ubicados dentro de servidumbres de conservación, instando a que se adopten «los mismos» estándares en toda la costa.
La Xunta pide al Gobierno central que aclare y defina una norma única en relación con los cambios de uso de las edificaciones tradicionales en la zona costera, en una jornada en la que técnicos y responsables del ámbito urbanístico de varias comunidades reflexionaron sobre el ejercicio de las competencias territoriales en materia costera, y la necesidad de abordar cambios significativos en la normativa nacional básica existente para abordar las cuestiones derivadas de su aplicación.
En este sentido, y a modo de ejemplo, considera «incomprensible» la diferencia que se produce en la práctica, permitiendo implantar hoteles en infraestructuras (como faros) situadas en el espacio portuario sin que esta particular posibilidad se extienda a otro tipo de edificación existente. a lo largo de la costa. Explicó que la regulación del espacio portuario es competencia del Ministerio de Transportes, lo que permite rehabilitar faros que han perdido sus antiguas funciones, e incluso facilita la implantación de hoteles y restaurantes. para darles una nueva vida. De hecho, en Galicia cita varios ejemplos recientes, como los faros de Isla Pancha, Fisterra o Lariño.
En cambio, en el ámbito de las servidumbres de protección del dominio público costero, que corresponde al Ministerio de Transición Ecológica y Retos Poblacionales (Miterd) se elimina cualquier posibilidad de implementar dichos usos -en particular de residencial a hotelero- en las edificaciones tradicionales de la franja costera.El Departamento de Estado ha rechazado categóricamente, que la norma se haya aplicado en la práctica, y pretende ahora introducir y consolidar el Real Decreto por el que se modifica el Reglamento de Costas con carácter reglamentario. Tras subrayar la incoherencia de la propia Administración del Estado haciendo tal discriminación jurídica, argumentó que el Convenio exige el uso de «la misma norma» en el caso de la regulación, ya que considera que la regulación en el litoral debe ser «coherente». . consistente». ” con los límites marcados por la legislación urbanística gallega a través de la Ley del Suelo y su reglamento.
En este sentido, reiteró la «necesidad» urgente de restaurar y poner en valor el patrimonio construido en la costa gallega a lo largo del tiempo, dado su enorme valor, para lo cual la Xunta solicita permitir el uso o equipamiento hotelero, gastronómico, recreativo, tanto público como privado, en edificios tradicionales con leyes de costas preexistentes, además del público marítimo-terrestre, por su naturaleza, las cetarias, salazones, conserveras, haciendas, fortificaciones, monasterios, etc… no podían tener otras ubicaciones, pero hoy ya no son económica ni socialmente sostenible.
Con la reconversión de parte de estas edificaciones a actividades potenciadoras del medio natural y compatibles con el mismo, señaló, se busca un triple objetivo: recuperar el patrimonio construido; aprovechar y poner en valor construcciones que contribuyeron notoriamente a conformar el acervo cultural y el paisaje característico del litoral gallego; y evitar nuevas ocupaciones de la servidumbre de protección, protegiendo el paisaje costero.
Por último y con relación a las competencias autonómicas en materia de costas, se han formulado reiteradas solicitudes desde la Xunta al Estado en este sentido, con el objetivo de poder establecer una gestión integral del litoral gallego, permitiendo así la integración y el desarrollo uniforme de la ordenación territorial y urbanística que tiene encomendada ya Galicia.